La crítica en la arquitectura. ¿QUÉ ES ESO? | Guest post por Manuel Tóchez
Diego Fullaondo habla sobre la actual falta de crítica en la red, es interesante porque me hace recordar El desastre del éxito (una de las conversaciones centrales) donde se debatió con Iñaki Abalos, Renata Sentkiewicz, José Ballesteros y Enzo Vignolo, la actual ausencia de criterio para decir si algo está bien o está mal, en el actual “Totum revolutum”, todo vale. La crítica se ha sustituído por una avalancha de información y ha desaparecido la opinión erudita.
En aquella ocasión, marzo de 2009, se debatió la falta de crítica cómo producto de un momento de decadencia y cierre de un período fecundo para la arquitectura española. La susodicha “ausencia de crítica” sirve hoy de pivote para sustentar las dos tesis propuestas por D. Fullaondo: una, la inercia generada por las nuevas tecnologías y dos, la revolución que genera un cambio de paradigma .
Con respecto a la primera, cuánto más rapidamente caigamos en la cuenta del desperdicio de tecnología, y empecemos a considerarla como “andamiajes del pensamiento” (Andy Clark), constituirán una herramienta potente y no un distractor y acumulador de datos. La segunda tesis, me parece más interesante.
Se puede dar el caso que el debate ha trascendido la arquitectura y han sido los profesionales de esa disciplina los que se han/hemos dado cuenta que no basta con la aportación técnica para la solución de los problemas, por otro lado, no hay que dar la espalda a los paralelismos inmediatos, en términos políticos y sociales. La actual crisis tiene una naturaleza cultural, no económica. Crisis del modelo profesional
coincidente con la crisis económica.
Se buscan huecos, nuevos espacios, focos de oportunidad, pero también hay que preguntarse ¿cómo se estan planteando? ¿cómo se estan buscando? La oportunidad, ante la falta de trabajo puede entenderse como una forma de adquirir un trabajo, pero en el fondo lo que se debe debatir es un modelo profesional.
Spanien Rockt, denomina la revista BaunetzWoche a las visiones de la generación joven, son equipos que han trabajado en situaciones en las que ni el dinero ni la contratación estaban allí. Algunos incluso han sostenido conferencias de trabajo a través de Skype, intercambiando archivos a través de un servidor.
En la ETSAM existen figuras clave con capacidad de agitación, como Andrés Perea, Ábalos, Herreros, Federico Soriano, Eduardo Arroyo, entre otros, que impulsan y transmiten una energía a los estudiantes para que se arriesgen.
Estamos en el impasse para cambiar de cultura de uso del mundo. Situación que permite planear de otra forma el sistema. Y estan surgiendo modelos, cuya base no es necesariamente el encargo directo de un proyecto, o la participación en concursos, con el riesgo de ser vacíos o contraproducentes (cuando no sea para resolver puntos concretos). El nuevo modelo puede estar basado en el pro‐activismo, desde el cual no hay espacio para la crítica de la arquitectura; pero si, a un modelo de sociedad, poniendo “el dedo en la llaga” haciendo visibles los desajustes no solo en términos de solares ociosos, recursos mal invertidos, procesos participativos, la falta de incorporación de PAIS (plan de acción integral y sustentable), etc.
Ha encontrado su espacio la arquitectura no solicitada (Unsolicited Architecture), título usado por la revista Volume, y toca a los arquitectos transgredir la condición de los supuestos establecidos: que todo proyecto se lleva a cabo si existe un cliente, un sitio, un presupuesto y un programa. Es un modelo alternativo dirigido a la necesidad social, esquema en el cual opera al menos uno de ellos.
La arquitectura no solicitada en años anteriores ha abierto la puerta a los proyectos utópicos, Ethel Baraona hace mención a proyectos de éste tipo en el post Fun Palace, un proyecto no realizado, también Lebbeus Woods, en propuestas para La Habana.
Aaron Betsky, en la Bienal de Venecia (2008) generó controversia siendo el comisario de una muestra con total ausencia de edificios, su título: “Out There: Architecture Beyond Building” (“Fuera de aquí: Arquitectura sin edificios”), considerada una frase lapidaria para la arquitectura, muestra las maneras de hacer visible otro tipo de arquitectura, que no se limita al diseño de edificios. Fue el Pabellón de Polonia elegido como el país que más se acopló al tema propuesto para la bienal.
Mario Carpio en Revolución 2.0, titula uno de sus apartados como “el fin del paradigma albertiano”, refiendose a la problemática eterna de la reproducción de las obras maestras donde cita ejemplos de la música, hace también una comparación de la época medieval de frente a la época contemporanea en la que ubica al “paradigma albertiano” en el centro como punto de transicion en la concepción de la arquitectura y en la deficinión que Battista Alberti diera en el 1450.
Con lo cual, se hace evidente que por un lado la multiplicidad que estamos experimentando, no debería ser excusa para hacer cualquier cosa, que es necesario encontrar un adecuado uso al papel grupal que está adquiriendo el arquitecto, que aunque siempre lo ha tenido, ahora se enfrenta ante la posibilidad de perder autoria o no, que la apuesta debe ser por la transversalidad de la información, que la visibilidad no se disfrace de publicidad, ni sea un pretexto a la producción, surgen también preguntas: ¿pueden los arquitectos ponerse en el papel de los cineastas y escritores para hacer futuros visibles?, las claves pueden estar en torno a la idea del cambio de paradigma de la profesión, que basa su realización en la edificación, redifiniendo incluso la palabra misma de arquitectura como la organización de la complejidad.
Nuevamente agradecemos a Manuel y los invitamos a todos a participar!!